Un día recibimos la llamada de un administrador de finca que nos contactaba porque, al parecer, había agua cayendo por la fachada. Nadie sabía de donde provenía. Todo apuntaba a que era la piscina que hay situada en el tejado la que tenía una fuga que se filtraba. Sin embargo, el problema ya había sido revisado por varios fontaneros antes y no habían hallado la solución.
Cuando llegamos pudimos constatar la cantidad de agua que caía por la fachada y que incluso se había colado en la casa de algún vecino. A pesar de que la piscina ya había sido revisada por otros profesionales, decidimos volver a echarle un vistazo porque todo apuntaba a que la fuga provenía de allí.
Después de un par de horas de búsqueda con nuestro equipo detectamos incidencias en la tubería de los skimmer.Localizamos el foco de la fuga en menos de un metro cuadrado. Afortunadamente pudimos repararla de forma rápida y sin apenas obras y el agua de la fachada secó en apenas unos días.